A lo largo de la historia pueblos y civilizaciones han representado el mundo de distintas maneras. Las imágenes incluyen dragones o seres mitológicos, pero también ideas como que la tierra era plana o el centro de un universo que giraba a su alrededor. Los primeros mapas apenas intuían cómo eran los continentes, que ahora podemos rastrear al milímetro gracias a Google Maps. La uruguaya Paola Monzillo ha recopilado muchas de esas ilustraciones en unos cuadernos sin orden temporal ni contexto. “Son imágenes que dicen más de nosotros que de lo que buscamos representar, porque siempre están influidas por el poder político, económico y social”, dice la artista, de 35 años. “Hoy algunos nos parecen ridículos, pero ¿qué dirán las futuras generaciones cuando los mapas actuales queden antiguos?”, se pregunta la creadora, que también se plantea cómo sería el mundo si alguna de las representaciones históricas hubiesen llegado hasta la actualidad.
Su pieza forma parte de la exposición Al sur del sur, que busca repensar y representar, precisamente, los territorios desde otros puntos de vista. Aquí el arte abandona lo convencional, aquello que siempre sitúa a ciertos lugares al norte y otros al sur, para crear una cartografía tan disidente como reivindicativa. Monzillo, como las argentinas Agustina Woodgate y Graciela Sacco, además de la chilena Voluspa Jarpa, interpelan directamente al público con piezas que parten de unos mapas “que no dejan de ser un mecanismo de control, que representa territorios y señala posiciones que en Occidente son ya verdades indiscutibles”, como apunta Diana Wechsler, comisaria de una muestra que se despliega a lo largo de tres salas del centro cultural La Térmica, en Málaga. La iniciativa forma parte de la tercera edición de la Bienalsur impulsada por la argentina Universidad Tres de Febrero desde 2017. Y que tiene a la Costa del Sol como primera parada de un proyecto que llevará en los próximos meses a otros artistas latinoamericanos a ciudades como Las Palmas de Gran Canaria, Madrid o San Sebastián.